TY - ADVS AU - Ibsen,Henrik AU - Ramallo Pantoja, Rafael AU - Ibáñez, José González AU - Fuente, José Luis de la AU - Cobián, José Antonio AU - Alvarez, Santiago AU - Castizo, Alfonso AU - Ventura, Ana María AU - Tejada, Manuel AU - Paso, Encarna AU - Olmo, Francisco AU - Morales, José AU - Montalbán,Juan Carlos AU - Mejuto, Andrés AU - Lavilla, Pedro Luis AU - Iranzo, Antonio AU - Gallardo, Nuria AU - Galiana, Manuel AU - Bódalo, José AU - Andrade, Manuel AU - Alpuente, Ricardo AU - Torner, Gustavo AU - Ruiz, Elisa AU - Buero Vallejo, Antonio AU - Alonso,José Luis TI - El pato silvestre PY - 1982/// CY - Madrid: PB - INAEM N1 - Calidad de la imagen: Baja; Calidad del sonido: Media; Tipo de documento: Espectáculos; Dirección de escena: José Luis Alonso; Producción de: Centro Dramático Nacional, CDN; Interpretación: Ricardo Alpuente ; Santiago Álvarez ; Manuel Andrade ; José Bódalo ; Alfonso Castizo ; José Antonio Cobián ; José Luis de la Fuente ; Manuel Galiana ; Nuria Gallardo ; José González Ibáñez ; Antonio Iranzo ; Pedro Luis Lavilla ; Andrés Mejuto ; Juan Carlos Montalbán ; José Morales ; Francisco Olmo ; Encarna Paso ; Rafael Ramallo Pantoja ; Manuel Tejada ; Ana María Ventura; Grabada en : Teatro María Guerrero, de Madrid, 1982-01-26; Tipo de destinatario: Adultos N2 - "'El pato silvestre' cuenta ya 98 años de edad [...]. El desconcierto que inicialmente causara la obra de Ibsen aún no ha cesado del todo, y quizá resida en él buena parte de su atractivo perdurable, pues obra que no deja de discutirse es obra perenne. Para los primeros discrepantes, este drama grandioso equivalía a una retractación. El implacable debelador de mentiras individuales y sociales reconocía la positividad del engaño consolador; el altivo individualista 'enemigo del pueblo' mostraba al fin el fondo reaccionario de su cansancio. No advirtieron la sutil trampa del drama: la aparente desautorización de la verdad, deducible de la muy cierta desautorización del idealista extremoso, neurótico y débil que en la obra es su campeón, refuerza, lejos de anularlo, el hecho de que Ibsen -él sí- continua siendo campeón de la verdad. Pues son 'mentiras vitales' las que Ibsen denuncia, y no de otro modo las llama. Y si las 'mentiras vitales' llegan a ser en tantos casos, sin remedio ya un mal menor tolerable; si el autor noruego admite y aun recomienda la piedad ante los pobres seres humanos que presenta, ante el público no ha variado: sigue siendo el insobornable destructor de toda mentira, incluida la del supuesto rebelde carente de sensatez y de eficacia." (Antonio Buero Vallejo. Programa de mano)" ER -