Elefantes blancos : Moscú de Acoyani Guzmán
Tipo de material: TextoDetalles de publicación: Colmenar Viejo (Madrid): Amargord Ediciones, 2016Edición: 1 edDescripción: 19 cmISBN: 978-84-16762-34-7Tema(s): Literatura dramática -- México -- S.XX-XXIAlcance y contenido: "Me ha llegado tu mensaje. Uno más. Extraño tu voz. Yo no fui con nadie a dejarte esa piedra talismán, de hecho, después volví a casa, me preparé la comida, y Moscú era el único que se enteraba de la entereza de mis promesas, y del arrepentimiento que tuve en ese día de nunca haberte compartido lo que quisiera... de nunca haberte pedido ayuda, de nunca haber buscado esa cita. Y ahora, me pregunto si alguien podrá algún día percibir con esa finura tuya, lo que he hecho. Ellos me dijeron que estabas muy bien, que no llorara, y en sus ojos habían guardado una luz extraña, que es la que encierran todos los secretos cuando son verdes e inmaduros. Yo lo supe. Desde entonces lo he sabido. Y se me rompió un pedacito dentro, dejando una pequeña rotura, sobre la cual , esa bestia gigante pudo mirar por primera vez el mundo que le esperada y todavía le espera, siempre impaciente, siempre hambriento. Y ahora Moscú no sabe nada de esto, él también está muy lejos, le he dejado rodeado de bosque, de frío y calor, de ángeles y pintores, pero él me espera en una silla, porque yo le prometí que volvería por él, que me lo llevaría conmigo. Tú a mi no me prometiste nada, me dejaste un agujero que ahora es más grande que el pasillo, si, ese que tan mala espina te daba. Y ahí vive mi dragón, el que cuando se enfurece escupe nieve, y entonces en vez de arder, se me congela el corazón. No busco que seas mi madre, el cosquilleo inicial ha vuelto, está conmigo otra vez, y eso no puede quedarse sólo en mí, era preciso hacértelo saber, notificártelo por escrito. Yo también estoy aprendiendo a relacionarme con la Luna. De Acoyani Guzmán a Esther Seligson" ( de la contraportada)Tipo de ítem | Biblioteca actual | Ubicación en estantería | Signatura | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras |
---|---|---|---|---|---|---|
Fondo moderno | CDAEM | Argumosa | 8983 | Disponible | 0025353122612 |
Sin numeración de páginas
"Me ha llegado tu mensaje. Uno más. Extraño tu voz. Yo no fui con nadie a dejarte esa piedra talismán, de hecho, después volví a casa, me preparé la comida, y Moscú era el único que se enteraba de la entereza de mis promesas, y del arrepentimiento que tuve en ese día de nunca haberte compartido lo que quisiera... de nunca haberte pedido ayuda, de nunca haber buscado esa cita. Y ahora, me pregunto si alguien podrá algún día percibir con esa finura tuya, lo que he hecho. Ellos me dijeron que estabas muy bien, que no llorara, y en sus ojos habían guardado una luz extraña, que es la que encierran todos los secretos cuando son verdes e inmaduros. Yo lo supe. Desde entonces lo he sabido. Y se me rompió un pedacito dentro, dejando una pequeña rotura, sobre la cual , esa bestia gigante pudo mirar por primera vez el mundo que le esperada y todavía le espera, siempre impaciente, siempre hambriento. Y ahora Moscú no sabe nada de esto, él también está muy lejos, le he dejado rodeado de bosque, de frío y calor, de ángeles y pintores, pero él me espera en una silla, porque yo le prometí que volvería por él, que me lo llevaría conmigo. Tú a mi no me prometiste nada, me dejaste un agujero que ahora es más grande que el pasillo, si, ese que tan mala espina te daba. Y ahí vive mi dragón, el que cuando se enfurece escupe nieve, y entonces en vez de arder, se me congela el corazón. No busco que seas mi madre, el cosquilleo inicial ha vuelto, está conmigo otra vez, y eso no puede quedarse sólo en mí, era preciso hacértelo saber, notificártelo por escrito. Yo también estoy aprendiendo a relacionarme con la Luna. De Acoyani Guzmán a Esther Seligson" ( de la contraportada)
No hay comentarios en este titulo.