No time to rage /

Ogmia

No time to rage / / Dirección, coreografía e idea original: Eduardo Vallejo Pinto .-- Madrid: : Unidad de Audiovisuales del Centro de Documentación de las Artes Escénicas y de la Música. INAEM, , 2021

1 archivo audiovisual digital (mp4) - 011000


Asistente de coreógrafo: Michela Lanteri. Música original y espacio sonoro: Iván Solano . Diseño de luces: Kira Argounova. Diseño de vestuario: Eduardo Vallejo Pinto. Confección de vestuario: Piedad Valles. Dramaturgia: Eduardo Vallejo Pinto. Coaching: Fran Arráez. Realización audiovisual: Belén Herrera de la Osa. Fotografía: Alba Muriel Meléndez. Diseño gráfico: Diego Cavia. Coordinación técnica: La Cía. de la Luz S. Coop. Mad.. Producción general: Eduardo Vallejo Pinto. Producción ejecutiva: Diego Cavia
Con el patrocinio de: Comunidad de Madrid, INAEM, Compañía Nacional de Danza, Centro Coreográfico Canal Con el apoyo de Comunidad de Madrid, Teatro del Bosque, Inaem, Batbox Productions


Producción: Batbox Productions


Intérpretes: Javier Monzón, Michela Lanteri, Yaiza Caro Martínez, Mai Matsuki, Marta Pomar, Lisvet Barcia, y Eduardo Vallejo Pinto


Grabación realizada el 20 de marzo de 2021 en la Sala Verde del Canal.


No Time to Rage nos expone el conflicto que vive el individuo que decide enfrentarse a la sociedad. O lo que es lo mismo, que decide enfrentarse a sí mismo. Deconstruir para construir. En este viaje de dualidades, el individuo que quiere sobrevivir y trascender debe enfrentarse a su entorno, ateniéndose a la exclusión y al rechazo de los otros. Abriendo, incluso, la posibilidad de la propia mutación, de la pérdida durante el recorrido. Sin bien no hay mal. Sin mal no hay bien. Los personajes de No Time to Rage están sometidos a la dicotomía constante, se desarrollan en un espacio-tiempo pseudofuturista, alternando dos líneas que dramatizan sus vivencias presentes y pasadas. Un ciclo de toxicidad que, como un neoeterno retorno, incluye las dos caras de una misma realidad: ser tanto víctima como verdugo. Nadie es impune. Este conflicto constante desea llevar al espectador a una autoevaluación sobre el concepto del "yo" y del "otro", reseteando sus propios prejuicios. Generando una herida abierta pero pensante, incidida a través de la expresividad punzante y precisa de la interpretación de sus bailarines. No Time to Rage cuenta de manera visceral una sociedad en la que sus partícipes se creen libres de convenciones y roles establecidos, que miran hacia su propio ombligo para no reconocer que ellos mismos fueron los que crearon el lugar del que ahora no pueden liberarse Esta obra refleja las oscuras contradicciones que forman parte de la propia libertad, pero arroja luz sobre ella, a este deseo innato, imposible de extinguir, en cada uno de nosotros.


Vallejo Pinto, Eduardo 1991-

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