Siete aforismos y seis comentarios SMALL, Christopher; LORES GIL, Juan Carlos (trad.)

Por: Colaborador(es): Tipo de material: ArtículoArtículoDetalles de publicación: 2006: Universidad de Alcalá, Aula de Música, Alcalá de Henares (Madrid): En: Quodlibet. Revista de especialización musical Núm. 35,Jun. 2006, p. 130Resumen: RESUMEN: Este artículo se ocupa de la reificación del acto musical en eso que suele llamarse música y cuya esencia reside en el objeto musical. El artículo sostiene que la esencia de la música no se encuentra en las obras, sino en la interpretación, la cual, en general, no implica necesariamente la existencia de una obra musical fija y estable. A diferencia de lo que se suele pensar, la interpretación no tiene lugar con el fin de ofrecer una obra musical, sino que más bien son las obras musicales las que existen para ofrecer a los intérpretes algo que intepretar, si es que no son capaces de inventar sus propios materiales. En estos aforismos se sostiene también que cualquier ser humano normalmente dotado nace con la capacidad de crear sus propios actos musicales, al igual que sucede con los actos de habla, e investiga las consecuencias que esto tiene para la educación musical. Entre ellas, es especialmente importante constatar que la lectura y la escritura musical no son imprescindibles para la interpretación, que los músicos adquieren el nivel de lectura y escritura que consideran necesario para su propia práctica. Finalmente, el artículo defiende la necesidad de que las formas de musicar -y de bailar- propias de la tradición afroamericana tengan presencia en las instituciones que se dedican al desarrollo de la musicalidad de los jóvenes.
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RESUMEN: Este artículo se ocupa de la reificación del acto musical en eso que suele llamarse música y cuya esencia reside en el objeto musical. El artículo sostiene que la esencia de la música no se encuentra en las obras, sino en la interpretación, la cual, en general, no implica necesariamente la existencia de una obra musical fija y estable. A diferencia de lo que se suele pensar, la interpretación no tiene lugar con el fin de ofrecer una obra musical, sino que más bien son las obras musicales las que existen para ofrecer a los intérpretes algo que intepretar, si es que no son capaces de inventar sus propios materiales. En estos aforismos se sostiene también que cualquier ser humano normalmente dotado nace con la capacidad de crear sus propios actos musicales, al igual que sucede con los actos de habla, e investiga las consecuencias que esto tiene para la educación musical. Entre ellas, es especialmente importante constatar que la lectura y la escritura musical no son imprescindibles para la interpretación, que los músicos adquieren el nivel de lectura y escritura que consideran necesario para su propia práctica. Finalmente, el artículo defiende la necesidad de que las formas de musicar -y de bailar- propias de la tradición afroamericana tengan presencia en las instituciones que se dedican al desarrollo de la musicalidad de los jóvenes.

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