Inconsolable de Javier Gomá

Por: Gomá, JavierColaborador(es): Azorín, Paco [Escenografía] | Caballero, Ernesto, 1957- [Dirección de escena] | Domínguez, Juan Sebastián [Vestuario] | Cobo, Luis Miguel [Música, Sonido] | Anibal, Ion [Iluminación] | Cayo, Fernando, 1968- [Intérprete] | Gutiérrez Caba, Emilio, 1942- [Voz en off] | Ulloa, Tristán [Voz en off] | Centro Dramático Nacional (España)Tipo de material: PelículaPelículaIdioma: Español Detalles de publicación: Madrid, INAEM 2017Descripción: son.,colRecursos en línea: Vídeo en el canal Javier Gomá Créditos de producción: Producción: Centro Dramático Nacional, CDN | Dirección de escena: Ernesto CaballeroResumen: Un hombre de cincuenta años comparece en escena y sin más preámbulos inicia una exposición íntima, lúcida y conmovedora. Explica que la muerte de su padre, todavía reciente, ha atravesado su vida como un acontecimiento. Asombrado ante la magnitud del suceso, que él no había podido ni imaginar, desea compartir públicamente el itinerario de sus primeros cuarenta días de duelo. Escogidas anécdotas de su vida familiar ilustran cada una de las fases del itinerario, sus vueltas y retrocesos inevitables. Huyendo de lo que llama literatura maleducada, una plaga que nos contamina, según él, prefiere un estilo más civilizado, que combina la inteligencia con la amenidad y no desdeña el sentido del humor. Todo parece bajo su control cuando, de pronto, sin apenas advertirlo, el monólogo se desliza hacia un terreno distinto, porque, a consecuencia de determinadas revelaciones, la situación obliga al protagonista a experimentar en toda su desnudez y crudeza el sentimiento de lo absolutamente inconsolable por la pérdida, aquello que no tiene ni quiere tener consuelo. La negrura, la tragedia, se apoderan de la escena en un movimiento de creciente desesperación y vértigo hasta que, súbitamente, tiene lugar una aparición misteriosa, difícil de definir, que precipita el desenlace. El protagonista, al final de un rodeo existencial, una aventura del pensamiento y las emociones, consigue reconciliarse consigo mismo y con la vida. Aunque titulado Inconsolable, el monólogo acaba infundiendo consuelo al espectador porque, en una operación de alquimia dramática, convierte la aflicción del duelo en una invitación a una vida digna y bella. Escrita con mundanidad y gravedad a partes iguales, la obra verbaliza con precisión filosófica las profundidades insondables de una experiencia tan personalísima como universal, pues todos somos hijos, llamados a ser huérfanos y a dejar huérfanos. Nota de Javier Gomá
Star ratings
    Valoración media: 0.0 (0 votos)
Existencias
Tipo de ítem Biblioteca actual Colección Ubicación en estantería Signatura URL Copia número Estado Notas Fecha de vencimiento Código de barras
Videograbaciones Videograbaciones CDAEM
Videograbaciones Teatro Argumosa 9864 1 Uso interno Copia en formato: DVD VID98640001
Videograbaciones Videograbaciones CDAEM
Videograbaciones Teatro Argumosa 9864 2 Uso interno Copia en formato: DVD VID98640002
Videograbación MP4 Videograbación MP4 CDAEM
Videograbaciones Teatro Teatroteca 9864 Enlace al recurso 3 Disponible VID98640003
Videograbaciones Videograbaciones CDAEM
Videograbaciones Teatro Argumosa 9864 5 Disponible Copia en formato: MP4 VID98640005

Forma de ingreso: Grabaciones 2017

Producción audiovisual: Centro de Tecnología del Espectáculo (CTE)

Tipología de contenido: Grabaciones de espectáculos

Calidad del sonido: Alta

Calidad de la imagen: Alta

Producción: Centro Dramático Nacional, CDN

Dirección de escena: Ernesto Caballero

Grabada en : Teatro María Guerrero, de Madrid, 4/7/2017

Un hombre de cincuenta años comparece en escena y sin más preámbulos inicia una exposición íntima, lúcida y conmovedora. Explica que la muerte de su padre, todavía reciente, ha atravesado su vida como un acontecimiento. Asombrado ante la magnitud del suceso, que él no había podido ni imaginar, desea compartir públicamente el itinerario de sus primeros cuarenta días de duelo. Escogidas anécdotas de su vida familiar ilustran cada una de las fases del itinerario, sus vueltas y retrocesos inevitables. Huyendo de lo que llama literatura maleducada, una plaga que nos contamina, según él, prefiere un estilo más civilizado, que combina la inteligencia con la amenidad y no desdeña el sentido del humor. Todo parece bajo su control cuando, de pronto, sin apenas advertirlo, el monólogo se desliza hacia un terreno distinto, porque, a consecuencia de determinadas revelaciones, la situación obliga al protagonista a experimentar en toda su desnudez y crudeza el sentimiento de lo absolutamente inconsolable por la pérdida, aquello que no tiene ni quiere tener consuelo. La negrura, la tragedia, se apoderan de la escena en un movimiento de creciente desesperación y vértigo hasta que, súbitamente, tiene lugar una aparición misteriosa, difícil de definir, que precipita el desenlace. El protagonista, al final de un rodeo existencial, una aventura del pensamiento y las emociones, consigue reconciliarse consigo mismo y con la vida. Aunque titulado Inconsolable, el monólogo acaba infundiendo consuelo al espectador porque, en una operación de alquimia dramática, convierte la aflicción del duelo en una invitación a una vida digna y bella. Escrita con mundanidad y gravedad a partes iguales, la obra verbaliza con precisión filosófica las profundidades insondables de una experiencia tan personalísima como universal, pues todos somos hijos, llamados a ser huérfanos y a dejar huérfanos. Nota de Javier Gomá

Estrenado en el Teatro María Guerrero de Madrid el 28/06/2017

Español

No hay comentarios en este titulo.

para colocar un comentario.

Haga clic en una imagen para verla en el visor de imágenes

Con tecnología Koha