La transición del siglo XVIII al XIX en la Catedral de Coria (Cáceres). Magisterio de Juan José Bueno. María del Pilar Barrios Manzano
Tipo de material: ArtículoDetalles de publicación: 1993 Zaragoza: Institución "Fernando el Católico", Sección de Música Antigua. Excma Diputación de Zaragoza,Descripción: 18 paginas En: Nassarre : Revista Aragonesa de Musicología Vol. 9, núm. 2, 1993, p. 193-195Resumen: RESUMEN: La música en la catedral de Coria durante la transición del siglo XVIII al XIX, sigue las coordenadas de una amplia tradición fraguada durante cuatro siglos, que sigue el modelo del resto de las catedrales españolas, con una importante capilla musical dirigida por importantes maestros, entre los que destacan los extremeños Juan Santiago Palomino, Juan Clemente Caballero, Favián Clemente y otros maestros nacionales que permanecen hasta su muerte, como Juan Mir Yllussa, muerto en 1779 y Mateo Pascual, en 1784. Juan José Bueno sucede como maestro interino, por sus buenas dotes de cantor, a Mateo Pascual durante casi veinte años. En ese momento se prevee que tiene que dejar el cargo porque se había decretado en todas las capillas eclesiásticas que el puesto de maestro de capilla debía llevar implícito el de primer organista, hecho que no se da en Juan José Bueno, pues no domina este instrumento. Reclama plaza como maestro de capilla fijo pero, aunque se divide el Cabildo entre los que estaban a favor y en contra del maestro, su rebelión y acciones irreverentes contra algunos miembros del Cabildo hace que le expulsen en 1802. Volvería como cantor al año siguiente, tras ganar el recurso presentado ante la Real Audiencia de Extremadura y, vistos su valores profesionales, sin nombramiento ninguno se le vuelve a denominar maestro de capilla interino, hasta su muerte en 1813.Volumen especial sobre el VII encuentro de Música Ibérica, celebrado en Zaragoza entre los días 16 y 18 de abril de 1993. SECCIÓN: COMUNICACIONES Artículo correspondiente a: II. Tema libre
RESUMEN: La música en la catedral de Coria durante la transición del siglo XVIII al XIX, sigue las coordenadas de una amplia tradición fraguada durante cuatro siglos, que sigue el modelo del resto de las catedrales españolas, con una importante capilla musical dirigida por importantes maestros, entre los que destacan los extremeños Juan Santiago Palomino, Juan Clemente Caballero, Favián Clemente y otros maestros nacionales que permanecen hasta su muerte, como Juan Mir Yllussa, muerto en 1779 y Mateo Pascual, en 1784. Juan José Bueno sucede como maestro interino, por sus buenas dotes de cantor, a Mateo Pascual durante casi veinte años. En ese momento se prevee que tiene que dejar el cargo porque se había decretado en todas las capillas eclesiásticas que el puesto de maestro de capilla debía llevar implícito el de primer organista, hecho que no se da en Juan José Bueno, pues no domina este instrumento. Reclama plaza como maestro de capilla fijo pero, aunque se divide el Cabildo entre los que estaban a favor y en contra del maestro, su rebelión y acciones irreverentes contra algunos miembros del Cabildo hace que le expulsen en 1802. Volvería como cantor al año siguiente, tras ganar el recurso presentado ante la Real Audiencia de Extremadura y, vistos su valores profesionales, sin nombramiento ninguno se le vuelve a denominar maestro de capilla interino, hasta su muerte en 1813.
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