La facture instrumentale espagnole aux expositions universelles parisiennes de 1855 a 1900 Manuelle Delannoy

Por: Tipo de material: ArtículoArtículoDetalles de publicación: 1994 Zaragoza: Institución "Fernando el Católico", Sección de Música Antigua. Excma Diputación de Zaragoza,Descripción: 10 paginas En: Nassarre : Revista Aragonesa de Musicología Vol. 10, núm. 2, 1994, p. 9 - 17Resumen: RESUMEN: Las Exposiciones Universales son un lugar de reencuentro internacional que favorecen los intercambios técnicos y culturales de los países que se presentan. Al final del siglo XIX cinco manifestaciones de esta importancia fueron organizadas en París en 1855, 1867, 1878, 1889 y 1900, tratando la música en mayor o menor medida dependiendo de los años. Casa país exponía los instrumentos musicales de su elección, se hizo notar la factura instrumental de la península, a pesar de la participación irregular de los expositores. En 1855 sólo un expositor representaba a España, pero se sabía que la música era una preocupación menor para los organizadores. En cambio, fueron mucho más numerosos en 1867, donde el arte y la música tuvieron un papel más importante. España expuso algunos instrumentos de viento, guitarras, y sobre todo pianos de buena calidad, igual que en 1878. El número de expositores españoles decreció sensiblemente en 1889 y 1900 en paralelo al creciente interés por la música popular, pero seguirán siendo mayor el número de fabricantes de pianos en la exposición. Se constata una evolución de la presencia española en las Exposiciones Universales que va relacionado con el gusto del público. A finales del siglo XIX, los occidentales estaban a la búsqueda del exotismo oriental de los que se pueden encontrar algunos elementos en la música popular española. La guitarra, instrumento nacional ibérico, no tiene gran presencia en estas manifestaciones internacionales.
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SECCIÓN: ESTUDIOS

RESUMEN: Las Exposiciones Universales son un lugar de reencuentro internacional que favorecen los intercambios técnicos y culturales de los países que se presentan. Al final del siglo XIX cinco manifestaciones de esta importancia fueron organizadas en París en 1855, 1867, 1878, 1889 y 1900, tratando la música en mayor o menor medida dependiendo de los años. Casa país exponía los instrumentos musicales de su elección, se hizo notar la factura instrumental de la península, a pesar de la participación irregular de los expositores. En 1855 sólo un expositor representaba a España, pero se sabía que la música era una preocupación menor para los organizadores. En cambio, fueron mucho más numerosos en 1867, donde el arte y la música tuvieron un papel más importante. España expuso algunos instrumentos de viento, guitarras, y sobre todo pianos de buena calidad, igual que en 1878. El número de expositores españoles decreció sensiblemente en 1889 y 1900 en paralelo al creciente interés por la música popular, pero seguirán siendo mayor el número de fabricantes de pianos en la exposición. Se constata una evolución de la presencia española en las Exposiciones Universales que va relacionado con el gusto del público. A finales del siglo XIX, los occidentales estaban a la búsqueda del exotismo oriental de los que se pueden encontrar algunos elementos en la música popular española. La guitarra, instrumento nacional ibérico, no tiene gran presencia en estas manifestaciones internacionales.

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