Hacia una recuperación de la Liturgia de la Orden del Santo Sepulcro Luis Prensa Villegas
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ArtículoDetalles de publicación: 1993 Zaragoza: Institución "Fernando el Católico", Sección de Música Antigua. Excma Diputación de Zaragoza,Descripción: 30 p
En: Nassarre : Revista Aragonesa de Musicología Vol. 9, núm. 1, 1993, p. 181-210Resumen: RESUMEN: Con el nacimiento de la Orden del Santo Sepulcro (Jerusalem, 1099) aparece una liturgia marcada por diferentes tradiciones que sintetiza y absorbe los elementos procedentes de las más variadas culturas religiosas, de Jerusalem, romanas o gaelicas. La prueba detallada y precisa de esta liturgia aparecerá en 1229 en el Codex Baruli o codex de Barletta, un breviario ritual que coincide con otros libros litúrgicos anteriores. La inestabilidad política que se vive en ésta época en Tierra Santa, favorece la rápida implantación de la nueva orden en los otros países del occidente cristiano. El Reino de Aragón será uno de los entornos donde se enraizará más profundamente y el monasterio del Santo Sepulcro se convertirá en una llama viva hasta nuestros días. Las particularidades de esta liturgia, comparada con la liturgia oficial y las novedades que aporta hacen que sea conveniente hacer una aproximación. Sobre todo si se tiene en cuenta que es un fiel reflejo de la liturgia que Egérie, el español en peregrinación a Jerusalem, encontró en el siglo IV. Fue allí, en esa época lejana, donde comenzó su periplo. El interés musicológico proviene de la conjunción ejemplar de las diferentes tradiciones mencionadas y de los elementos litúrgicos y musicales innovadores que introduce para cubrir las necesidades de una liturgia fundamentalmente estacional. Este rito, su estructura interna y las formas musicales que se desarrollan en él, es el principio de la investigación desarrollada en el texto.
SECCIÓN: ESTUDIOS
RESUMEN: Con el nacimiento de la Orden del Santo Sepulcro (Jerusalem, 1099) aparece una liturgia marcada por diferentes tradiciones que sintetiza y absorbe los elementos procedentes de las más variadas culturas religiosas, de Jerusalem, romanas o gaelicas. La prueba detallada y precisa de esta liturgia aparecerá en 1229 en el Codex Baruli o codex de Barletta, un breviario ritual que coincide con otros libros litúrgicos anteriores. La inestabilidad política que se vive en ésta época en Tierra Santa, favorece la rápida implantación de la nueva orden en los otros países del occidente cristiano. El Reino de Aragón será uno de los entornos donde se enraizará más profundamente y el monasterio del Santo Sepulcro se convertirá en una llama viva hasta nuestros días. Las particularidades de esta liturgia, comparada con la liturgia oficial y las novedades que aporta hacen que sea conveniente hacer una aproximación. Sobre todo si se tiene en cuenta que es un fiel reflejo de la liturgia que Egérie, el español en peregrinación a Jerusalem, encontró en el siglo IV. Fue allí, en esa época lejana, donde comenzó su periplo. El interés musicológico proviene de la conjunción ejemplar de las diferentes tradiciones mencionadas y de los elementos litúrgicos y musicales innovadores que introduce para cubrir las necesidades de una liturgia fundamentalmente estacional. Este rito, su estructura interna y las formas musicales que se desarrollan en él, es el principio de la investigación desarrollada en el texto.
