Alaoui, Amina ( 1964- )
El Canto Andalusí aproximación histórica y geográfica a la Herencia Andalusí. / ALAOUI, Amina
.-- :, 2006
Papeles del Festival de música española de Cádiz -- Núm. 2, 2006, p. 285
RESUMEN: Mientras el alma permaneció en el cuerpo de Adam, el angel emergió y silenció su voz. Cuando el alma se liberó, fue Adam el que comenzó a cantar, deleitando tanto al alma que este se asentó definitivamente en su cuerpo. Desde entonces, el alma ha conservado un recuerdo afectuoso de las melodías divinas que le hacen sensible a la música. Esta leyenda arabe ofrece un acercamiento a como la canción y la música contribuyeron a animar al alma dentro del cuerpo para recuperar el aliento de la vida, y en un ámbito más amplio, a como contribuyeron al equilibrio de los seres humanos y el orden cósmico gracias a sus conexiones con el mundo espiritual. En el mismo ámbito, la música hispano-musulmana, la canción (o mensajero), la música (o espíritu) participan constantemente en los movimientos del universo de la nûba (pieza musical), acorde con la disposición del tono del alma del tabn' (la escala musical) y regida por los ritmos (el corazón) que emanan del cuerpo al poema (palabras y significado); creando todos juntos el equilibrio necesario para estar en consonancia con la sinfonía cósmica del momento. En la música hispano-musulmana, el Nûba (la pieza musical) es a la vez, un microcosmos y un reflejo del Universo. Todos sus movimientos, todos sus componentes y su simbolismo se estructuran, organizan, y codifican para reflejar y participar de la armonia universal. Este sistema musical fue creado por filósofos y artistas en el siglo noveno; de hecho el gran filósofo y teórico musulmán Al Kindi, observó que era imposible el fijar la música por escrito para grabar los movimientos y variaciones del universo, teniendo en cuenta que está dirigido simultaneamente por leyes y humores (variaciones, estados de la mente y el espíritu). La función del artista o creador, es contribuir a este equilibrio del Cosmos y microcosmos, al nûba en este caso, ya que él tiene las llaves y las claves para recrear el proceso propio de su arte, unidos dentro de sí. Sin embargo, teniendo en cuenta su función crítica, existe el peligro de que los artistas pierdan las llaves y códigos que regulan la música, y que los compositores capaces de recrear su repertorio escaseen. Cuando las claves se pierden, la música hispano-musulmana se estanca y se descompone igual que el alma abandona el cuerpo. Desafortunadamente, en la actualidad estamos presenciando la desaparición de este patrimonio musical: por una parte, el Maghreb está reduciendo su legado a un decorativo artesanado precisamente a causa de que los músicos están perdiendo las pautas, la filosofía y el respeto por esta forma artística; y por otra parte, aunque pertenece a España tanto como la Alhambra y la Gran Mezquita de Córdoba, España esta perdiendo este patrimonio debido a que no le ha prestado suficiente cuidado y atención. La autora de este artículo espera que sus peticiones no sean en vano.