En el horizonte del teatro contemporáneo español y, más en general, europeo –inundando por las obras que emanan el cinismo o, en el mejor de los casos, una distancia o incredulidad ante el concepto del amor–, Los amantes sobrehumanos ofrece un atisbo de esperanza, una tímida sugerencia de que tal vez, tal vez vale la pena experimentar a veces el dolor para no dejar de experimentar el amor. (Ewelina Topolska)