Poética y basura. "La niña del almanaque" / Santiago Martín Bermúdez Reseñas

Por: Martín Bermúdez, Santiago, 1947-Tipo de material: ArtículoArtículoDetalles de publicación: Madrid : : Asociación de Autores de Teatro, , Otoño-1999Descripción: P. 43ISSN: 1575-9504Tema(s): Miranda, José Luis 1939-2019 | La niña del almanaque | Reseñas bibliográficasGénero/Forma: Reseñas bibliográficas Recursos en línea: Ir al artículo (Texto completo) | Descargar | Dialnet En: Las Puertas del DramaAlcance y contenido: "Llega un momento en que hasta la poesía se convierte en el mal. Para eso, acaso la poesía haya tenido que pasar por los basureros, los desagües y la miseria. La miseria moral, que es la más corruptora, aunque sea la más llevadera. La poesía se puede convertir en mal cuando nos asomamos al abismo y éste nos fascina. Antonio Salas, sesentón y policía jubilado, es poeta y no lo sabe. Si no fuera poeta, no diría lo que dice sobre el cuerpo de una mujer que no es sino una fotografía de tamaño natural, y no haría comparaciones cosmológicas. Y, si lo supiera, habría enhebrado sus sentencias (esos lapidarios aforismos de todo el teatro Miranda, una marca de fábrica que no es sino sabiduría de la gente corriente hecha palabra exacta) y habría dado quién sabe si versos. Pero si no hubiera transitado los desagües, no tendría ese veneno que pudre las conciencias...".
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REV407 Argumosa 407 Núm. 0 (Otoño 1999) Enlace al recurso No para préstamo El teatro y su historia REV407 0

"Llega un momento en que hasta la poesía se convierte en el mal. Para eso, acaso la poesía haya tenido que pasar por los basureros, los desagües y la miseria. La miseria moral, que es la más corruptora, aunque sea la más llevadera. La poesía se puede convertir en mal cuando nos asomamos al abismo y éste nos fascina. Antonio Salas, sesentón y policía jubilado, es poeta y no lo sabe. Si no fuera poeta, no diría lo que dice sobre el cuerpo de una mujer que no es sino una fotografía de tamaño natural, y no haría comparaciones cosmológicas. Y, si lo supiera, habría enhebrado sus sentencias (esos lapidarios aforismos de todo el teatro Miranda, una marca de fábrica que no es sino sabiduría de la gente corriente hecha palabra exacta) y habría dado quién sabe si versos. Pero si no hubiera transitado los desagües, no tendría ese veneno que pudre las conciencias...".

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