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Nocturna : arquitectura del insomnio Rafaela Carrasco

Colaborador(es):

Tipo de material:

PelículaProductor: Madrid INAEM – CDAEM (Unidad de audiovisuales) 2024Descripción: Archivo audiovisual digital (mp4) 76 min sonido, colorTipo de contenido:

imagen móvil bidimensional

Tipo de medio:

vídeo

Tema(s):

Danza

Género/Forma:

Espectáculos filmados

Recursos en línea:

Contenidos:

Créditos de producción:

Dirección y coreografía: Rafaela Carrasco
Coproducción: Rafaela Carrasco y La Bienal de Flamenco de Sevilla

Dramaturgia, Álvaro Tato ; voz en directo y cante flamenco, Gema Caballero ; voz en off, Aitana Sánchez-GijónBaile, Rafaela Carrasco, Carmen Angulo, Carmen Coy, Blanca Lorente, Nazaret Oliva, Carmen Yanes, Julia Gimeno, Cristina Soler, Cristina San GregorioDirección musical y composición, Pablo Martín Jones, Pablo Suárez, Jesús Torres ; letras Álvaro Tato, Jesús Torres ; piano, Marta Estal, Pablo Suárez ; versiones de obras clásicas, Marta Estal ; música, Johann Sebastian Bach, variaciones Goldberg, BWV 988 (1741)MÚSICA GRABADA. Piano, Marta Estal, Pablo Suárez ; guitarra, Jesús Torres ; cante, Antonio Campos, Miguel Ortega ; electrónica, Juanfre Pérez, Javi RubioIluminación y escenografía Gloria Montesinos (AAI) ; espacio sonoro, Pablo Martín Jones ; espacio sonoro en directo, Ángel Olalla ; maquinaria, Miguel Ángel Guisado ; vestuario, Belén de la Quintana ; realización de vestuario, Pepa Carrasco, Sol Curiel, Belén de la QuintanaRevisión: NOCTURNIDAD Y POESÍA La dramaturgia de Nocturna se estructura a partir de los textos de la Insomne, un personaje simbólico que desde su voz en off anota en su diario el largo viaje noche adentro: los rituales infructuosos, los ciclos de la memoria y la obsesión, el abandono a la alucinación y la pesadilla, la calma serena del alba. Las palabras, en variación constante, como el motivo recurrente de las Goldberg de Bach, van permutando los símbolos de la noche cotidiana. En contraste con esta voz, las coplas flamencas de Nocturna funcionan como diminutos poemas cantados que hunden sus raíces en los motivos populares de la representación nocturna: los espacios desiertos, las sombras, la intemperie profunda, el viaje al bosque de nuestro interior desconocido donde acechan las sombras, peligros y dilemas de la identidad. La inspiración de las coplas parte, por supuesto, de la tradición flamenca, pero también de la poesía que ha recurrido a la noche y sus metáforas, desde los poetas de cancionero hasta las letrillas barrocas de Lope de Vega o Luis de Góngora; sin olvidar, claro, la influencia de la poesía mística de san Juan de la Cruz y sor Juana Inés de la Cruz, entre otros, y la noche misteriosa erigida como un símbolo de los poetas románticos y modernistas desde Gustavo Adolfo Bécquer hasta Antonio Machado, desde Rosalía de Castro hasta Juan Ramón Jiménez. La noche personificada como deidad terrible o protectora, como dama advenediza o como vengadora tenebrosa, o bien como pasaje de la senda mística; la noche como senda vaga y ambigua entre el amor y la muerte; la noche poliédrica del delirio, el disparate y la ilusión; la noche como colisión entre insomnio, pesadilla y sueño. De este modo, los textos y versos enhebran una obra en perpetuo movimiento. A lo largo de una noche sin dormir, desde la puesta de sol hasta el amanecer, nuestra palabra danza. Álvaro TatoRevisión: LA COREOGRAFÍA Y LA NOCHE QUE VIVIMOS Nocturna se compone de piezas cortas. La banda sonora de esta propuesta nos lleva a una creación totalmente novedosa en nuestra trayectoria coreográfica, ya que supone una exploración de sonidos y desarrollos de distinta índole con respecto al piano como instrumento. Con el punto de partida del aria y de diversos fragmentos de las Variaciones Goldberg de Johann Sebastian Bach (una pieza emblemática del Barroco, de enigmática belleza, concebida en su origen para propiciar el sueño) y el desarrollo de temas especialmente compuestos para la obra, el espacio sonoro se presenta como una entidad que cobra una personalidad y una presencia primordial en el desarrollo de la obra; un trabajo en torno a distintos planos sonoros, en busca de la calma o el desconcierto a través no solo de la creación musical sino de la propuesta de escucha para el espectador. La sonoridad de este trabajo se desarrollará con música grabada y cante flamenco en directo, que interpretará poemas dedicados a la noche y nos guiará por los diferentes estados y emociones. Los silencios adquieren una presencia fundamental en esta obra. En escena las bailarinas desarrollarán evoluciones conjuntas y trabajarán su soledad. También compartirán sus inquietudes desde la libertad de participar del otro. El grupo, como ente, estará en un espacio abierto y vivo. El vació más denso o el ruido más abrumador de la noche. La noche que vivimos… Rafaela Carrasco

Lista(s) en las que aparece este ítem: 2020 Año Beethoven | 2020 Teatro de la Zarzuela

Existencias
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Tipo de procedencia: Grabaciones 2024

Producción audiovisual: Centro de Documentación de las Artes Escénicas y de la Música (CDAEM)

Grabaciones de espectáculos

Trastornos del sueño

I. NOCHE ADENTRO
Aria
En el balcón de la sombra (Romance)
Canon a la primera
Canon (Variación)
A la caza del sueño
Reloj
Noche de cristal oscuro (Soleá)

II. DUERMEVELA
En duermevela
Reproches
Desea
Casi quieta
Ave rota
Espejo oscuro (Toná y Carcelera)
Ojo
Ocho ecos

III. NACE EL ALBA
Siempre a solas
Con rayos de oro en el pelo (Milonga)
Agujitas clavás
A pulso (Milonga)
A lo lejos
Ritual
Ronda de sol
Casa en el aire

Dirección y coreografía: Rafaela Carrasco

Coproducción: Rafaela Carrasco y La Bienal de Flamenco de Sevilla

Dramaturgia, Álvaro Tato ; voz en directo y cante flamenco, Gema Caballero ; voz en off, Aitana Sánchez-Gijón

Baile, Rafaela Carrasco, Carmen Angulo, Carmen Coy, Blanca Lorente, Nazaret Oliva, Carmen Yanes, Julia Gimeno, Cristina Soler, Cristina San Gregorio

Dirección musical y composición, Pablo Martín Jones, Pablo Suárez, Jesús Torres ; letras Álvaro Tato, Jesús Torres ; piano, Marta Estal, Pablo Suárez ; versiones de obras clásicas, Marta Estal ; música, Johann Sebastian Bach, variaciones Goldberg, BWV 988 (1741)

MÚSICA GRABADA. Piano, Marta Estal, Pablo Suárez ; guitarra, Jesús Torres ; cante, Antonio Campos, Miguel Ortega ; electrónica, Juanfre Pérez, Javi Rubio

Iluminación y escenografía Gloria Montesinos (AAI) ; espacio sonoro, Pablo Martín Jones ; espacio sonoro en directo, Ángel Olalla ; maquinaria, Miguel Ángel Guisado ; vestuario, Belén de la Quintana ; realización de vestuario, Pepa Carrasco, Sol Curiel, Belén de la Quintana

Grabada el 27/10/2024 en el Teatro de la Zarzuela

NOCTURNIDAD Y POESÍA
La dramaturgia de Nocturna se estructura a partir de los textos de la Insomne, un personaje simbólico que desde su voz en off anota en su diario el largo viaje noche adentro: los rituales infructuosos, los ciclos de la memoria y la obsesión, el abandono a la alucinación y la pesadilla, la calma serena del alba. Las palabras, en variación constante, como el motivo recurrente de las Goldberg de Bach, van permutando los símbolos de la noche cotidiana.
En contraste con esta voz, las coplas flamencas de Nocturna funcionan como diminutos poemas cantados que hunden sus raíces en los motivos populares de la representación nocturna: los espacios desiertos, las sombras, la intemperie profunda, el viaje al bosque de nuestro interior desconocido donde acechan las sombras, peligros y dilemas de la identidad.
La inspiración de las coplas parte, por supuesto, de la tradición flamenca, pero también de la poesía que ha recurrido a la noche y sus metáforas, desde los poetas de cancionero hasta las letrillas barrocas de Lope de Vega o Luis de Góngora; sin olvidar, claro, la influencia de la poesía mística de san Juan de la Cruz y sor Juana Inés de la Cruz, entre otros, y la noche misteriosa erigida como un símbolo de los poetas románticos y modernistas desde Gustavo Adolfo Bécquer hasta Antonio Machado, desde Rosalía de Castro hasta Juan Ramón Jiménez.
La noche personificada como deidad terrible o protectora, como dama advenediza o como vengadora tenebrosa, o bien como pasaje de la senda mística; la noche como senda vaga y ambigua entre el amor y la muerte; la noche poliédrica del delirio, el disparate y la ilusión; la noche como colisión entre insomnio, pesadilla y sueño.
De este modo, los textos y versos enhebran una obra en perpetuo movimiento. A lo largo de una noche sin dormir, desde la puesta de sol hasta el amanecer, nuestra palabra danza.
Álvaro Tato

LA COREOGRAFÍA Y LA NOCHE QUE VIVIMOS
Nocturna se compone de piezas cortas.
La banda sonora de esta propuesta nos lleva a una creación totalmente novedosa en nuestra trayectoria coreográfica, ya que supone una exploración de sonidos y desarrollos de distinta índole con respecto al piano como instrumento.
Con el punto de partida del aria y de diversos fragmentos de las Variaciones Goldberg de Johann Sebastian Bach (una pieza emblemática del Barroco, de enigmática belleza, concebida en su origen para propiciar el sueño) y el desarrollo de temas especialmente compuestos para la obra, el espacio sonoro se presenta como una entidad que cobra una personalidad y una presencia primordial en el desarrollo de la obra; un trabajo en torno a distintos planos sonoros, en busca de la calma o el desconcierto a través no solo de la creación musical sino de la propuesta de escucha para el espectador.
La sonoridad de este trabajo se desarrollará con música grabada y cante flamenco en directo, que interpretará poemas dedicados a la noche y nos guiará por los diferentes estados y emociones. Los silencios adquieren una presencia fundamental en esta obra.
En escena las bailarinas desarrollarán evoluciones conjuntas y trabajarán su soledad. También compartirán sus inquietudes desde la libertad de participar del otro. El grupo, como ente, estará en un espacio abierto y vivo. El vació más denso o el ruido más abrumador de la noche. La noche que vivimos…
Rafaela Carrasco

Estreno: 26 de octubre de 2022 en la Bienal de Flamenco en el Teatro de la Maestranza de Sevilla

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