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Dream : danza Idea, creación y dirección, Natalia Menéndez ; creación, coreografía e interpretación, Israel Galván

Colaborador(es): Tipo de material: PelículaPelículaProductor: Madrid INAEM – CDAEM (Unidad de audiovisuales) 2024Descripción: Archivo audiovisual digital (mp4) 68 min sonido, colorTipo de contenido:
  • imagen móvil bidimensional
Tipo de medio:
  • vídeo
Tema(s): Género/Forma: Recursos en línea: Créditos de producción:
  • Dirección de escena: Natalia Menéndez
  • Producción: Teatro Español e IGalván Company
Voz, Israel Galván, Paquita Cobos Gil ; músicos, María Marín (guitarra y cante), Antonio Moreno, Juan Jiménez Alba Asesor musical, Miguel Álvarez Fernández ; diseño de iluminación, Valentín Donaire ; diseño espacio sonoro, Pedro León ; diseño de vestuario, Micol Notarianni ; diseño de espacio escénico, Pepe Barea ; ayudante de dirección, Ana Barceló ; fotografía, Vanessa Rábade ; vídeo, David GonzálezAlcance y contenido: Nace desde una premisa de instalación, DREAM, anagrama de MADRE, es una apuesta por indagar sobre la relación materno filial. La maternidad, entendida como un proceso biológico que nos equipara al resto de nuestros compañeros animales —no solamente mamíferos— , puede teñirse de connotaciones afectivas tan próximas al amor como al odio —o, muy a menudo— despertar sentimientos que combinan, más allá de cualquier racionalidad, esas y muchas otras pulsiones. Esa confusa y radical mezcla de sensaciones puede asemejarse a un sueño DREAM/ MADRE. O, quizás, a una pesadilla. Llegan a nuestros oídos expresiones propias de madres en canciones susurradas o que nos llegan a agotar; con sonidos pellizcados, materialidad fonética más allá del contenido. Nos arrulla la nana que nos estremece y la leche que nos agita. Bailar la voz y romper las aguas. Vienen al mundo apasionadas las distintas percusiones, los pitos y el cuerno que llora persistente como un bebé que queremos acallar. El escenario es también un espacio materno y una escenografía sonora en el cual el cuerpo se trasluce en un ser que se mueve, se mece o patalea dentro de una especie de líquido amniótico. Con este ritual —entre la invocación y el exorcismo—, que en realidad es el más viejo del mundo, se vuelve a escenificar ese pleito infinito en el que la madre es simultáneamente acusada y defendida, abogada y fiscal. El juicio, ya lo sabemos, está perdido. Sólo nos queda salirnos de madre.
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Videograbación MP4 Videograbación MP4 Biblioteca Música y Danza Videograbaciones Danza Teatroteca 1825STR Enlace al recurso 3 Disponible 0325204882673
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Videograbación MP4 Videograbación MP4 Biblioteca Música y Danza Videograbaciones Danza NAS MP4(D)1825 5 Uso interno 0325204882383
Videograbación MP4 Videograbación MP4 Biblioteca Música y Danza Videograbaciones Danza NAS MP4(D)1825 5 Uso interno 0325204882390

Tipo de procedencia: Grabaciones 2024

Producción audiovisual: Centro de Documentación de las Artes Escénicas y de la Música (CDAEM)

Grabaciones de espectáculos

Dirección de escena: Natalia Menéndez

Producción: Teatro Español e IGalván Company

Voz, Israel Galván, Paquita Cobos Gil ; músicos, María Marín (guitarra y cante), Antonio Moreno, Juan Jiménez Alba

Asesor musical, Miguel Álvarez Fernández ; diseño de iluminación, Valentín Donaire ; diseño espacio sonoro, Pedro León ; diseño de vestuario, Micol Notarianni ; diseño de espacio escénico, Pepe Barea ; ayudante de dirección, Ana Barceló ; fotografía, Vanessa Rábade ; vídeo, David González

Grabada el 23/05/2024 en el Teatro Español de Madrid

Nace desde una premisa de instalación, DREAM, anagrama de MADRE, es una apuesta por indagar sobre la relación materno filial.

La maternidad, entendida como un proceso biológico que nos equipara al resto de nuestros compañeros animales —no solamente mamíferos— , puede teñirse de connotaciones afectivas tan próximas al amor como al odio —o, muy a menudo— despertar sentimientos que combinan, más allá de cualquier racionalidad, esas y muchas otras pulsiones.

Esa confusa y radical mezcla de sensaciones puede asemejarse a un sueño DREAM/ MADRE. O, quizás, a una pesadilla.

Llegan a nuestros oídos expresiones propias de madres en canciones susurradas o que nos llegan a agotar; con sonidos pellizcados, materialidad fonética más allá del contenido. Nos arrulla la nana que nos estremece y la leche que nos agita. Bailar la voz y romper las aguas. Vienen al mundo apasionadas las distintas percusiones, los pitos y el cuerno que llora persistente como un bebé que queremos acallar.

El escenario es también un espacio materno y una escenografía sonora en el cual el cuerpo se trasluce en un ser que se mueve, se mece o patalea dentro de una especie de líquido amniótico.

Con este ritual —entre la invocación y el exorcismo—, que en realidad es el más viejo del mundo, se vuelve a escenificar ese pleito infinito en el que la madre es simultáneamente acusada y defendida, abogada y fiscal. El juicio, ya lo sabemos, está perdido. Sólo nos queda salirnos de madre.

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